A sabiendas del garrón que es leer un texto asi, escaneado, les cuento un poco: Se trata del Nº 89 de Tía Vicenta, abril de 1959, donde publican la carta de renuncia de su jefe de redacción, Del Peral, acusando a Landrú de cosas, y la respuesta de Landrú a esas acusaciones y a la vez acusando a Del Peral de otras. Así de frente mantecol, a la vista de todos, sin nada que esconder, como se estila cuando hay confianza con/en el lector. Ahora si, quien quiera leer, que lea.
12 comentarios:
Interesantísimo y tremendo texto.
Sin tomar posturas al vicio, que no vienen al caso. Me fascina cuando las revistas de humor, queriendo o sin querer, ofrecen documentos periodísticos más valiosos que los medios netamente periodísticos.
Tremendo, no se callan una. ¿Ser político o decir las cosas como son? Esa es la cuestión...
¿Algún dato de cuál fue el disturbio del que hablan?
De paso, qué bien escrito todo. ¿Se imaginan, no sé, Magneto escribiendo una respuesta por la renuncia de, qué se yo, alguno que escriba en Clarín, no sé quién escribe en Clarín, pero ustedes me entienden espero, bueno, se imaginan, todos los verbos mal, ni una ironía lúcida.
"Publicó una sola colaboración, así como Raskolnicov cometió un solo asesinato" Qué bueno.
Después del "caso Gómez", el viaje de Frondizi a los Estados Unidos y los ascensos, pases y retiros de jefes y oficiales, a fines de 1958, el gobierno pareció ir al encuentro de su primer aniversario con relativa calma en los ámbitos castrenses, pero hacia abril brotaron claramente nuevos síntomas de descontento. Tras los disturbios del 3 de abril de 1959, de los que el ministro del Interior, Alfredo Vítolo, responsabilizó a peronistas y comunistas, surgió la afirmación presidencial de que el gobierno estaba dispuesto a aceptar la "impopularidad inmediata". En seguida el titular de la UCRI, Alfredo García, denunció la existencia de tres maquinaciones, insinuando la intervención de militares, pero sin entrar en detalles."
Busqué algo en Internet a las apuradas:
En la primera época de Tía Vicenta, esta tentativa de realizar humor político
prescindente, que no molestase a propios y ajenos, era contrarrestada por la presencia de
Carlos Del Peral como jefe de redacción, quién poseía un humor bastante más caustico y
abiertamente político que el de su jefe (quién solía cultivar el absurdo). Esta extraña pareja
durará menos de dos años y de 100 números, hasta el 88, de Abril de 1959. En esta ocasión,
Landrú publicará una solicitada comunicando que el fotógrafo y artista Hector Domingo
Cattolica, detenido en una manifestación callejera por la policía y vinculado a la revista, no
pertenecía a la misma, bajo ningún concepto14. Del Peral verá en ello una cobardía del
director ya que Cattolica profesaba una ideología populista y cercana al comunismo, y
contraatacará presentando su renuncia, alegando que “Esa publicación no solo desautoriza
un acto mío como jefe de redacción, sino que envuelve cuestiones de principio como el
apoyo a un detenido por razones políticas – y colaborador de la revista – sea cual fuere su
ideología"
extraído de "Tía Vicenta, Frondizi, Alsogaray 1957-1960: apuntes para una desilusión gráfica.
Amadeo Gandolfo.
Becario Tipo I Conicet / Alumno Doctorado Ciencias Sociales UBA."
Encontré un artículo sobre "los disturbios". Parece que después se puso peor, pero el 3 de abril hubo un bardo importante por plaza de mayo, y en la nota hablan del 8 de abril como fecha en que podía haberse evitado la publicación de la solicitada.
Ahí van los detalles: http://www.centrocultural.coop/revista/articulo/31/
Si, de ultima lo que esta en juego no es ni la renuncia ni los disturbios, sino el hecho de que una revista le de apoyo o no a uno de sus colaboradores cuando es detenido.
Me parece algo patetica la argumentacion de Landru ateniendose a la cantidad de colaboraciones o los certificados, y eso de "a mi me importa solo mi tia"...
Grosso. "La historia que no miramos" en el oficio del plumín.
Pero si Tia Vicenta no tenía fotografos...
No entiendo comp ueden ponerse del lado de uno u otro sin conocer en serio qué catzo pasó.
Parés,no se trata de ponerse del lado de nadie, sino de analizar los argumentos que da cada uno de los "involucrados" para defender su postura...
Pero vos das por ciertos los dichos del peral y por falsos los de Landrú.
No tiene mucho que ver pero... Raskolnicov solía olvidarse de que había matado también a la hermana de la vieja. Y los lectores también. Curioso.
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