viernes, 25 de diciembre de 2009

JUAN SÁENZ VALIENTE

Ese virtuoso del dibujo que es Juan Sáenz Valiente se tomó el trabajo de contarnos como fué el proceso creativo para dibujar El Hipnotizador, la historieta que realizó junto a Pablo de Santis y que se publicó en Fierro. Es una clase magistral dictada por un talento descomunal, un tipo preocupado y ocupado en hacer las cosas lo mejor posible, que yo espero les aproveche. Pero ya los dejo con Juan, que es quien hoy toma la palabra en El Oficio del Plumín.


Respecto al Hotel Las Violetas:
Diseñé al mismo tiempo la fachada y las plantas del Hotel, ya que estaban relacionadas. Lo hice con ayuda de mi madre que es arquitecta, y con supervisión del guionista Pablo De Santis para garantizarme que a este último le sea práctica la distribución de los espacios para contar la historia (por ejemplo entre otros, que en la recepción haya cuartos donde se puedan generar situaciones íntimas, o que desde la recepción se vea el comedor). Hice el diseño de la fachada, notablemente, con un collage de fotos. Pero al ser de uso interno no era necesario darle una terminación de integración de las partes

Respecto a la recepción:
Para la recepción consulté constantemente unos apuntes de las molduras y ubicación de diversos objetos, además de unas fotos en las que copié los escritorios y muebles de madera. Si bien estos no son todos los detalles que aparecen, los demás los iba copiando de los fondos de los cuadritos que ya había dibujado, en los que iba tomando decisiones a medida que avanzaba. Por el mismo motivo, hay veces que tuve que volver sobre cuadritos viejos para modificar cosas para que así puedan funcionar otros nuevos. La intención fue siempre respetar las proporciones, distancias entre sí y formas de todos los elementos que aparecen en los fondos. Puede que en las publicaciones de los capítulos de Fierro se vean errores técnicos de continuidad en este terreno, pero la intención es que no los haya, correcciones de por medio, en la publicación del libro final.




No sé hasta qué punto esta búsqueda en la continuidad es útil. La verdad es que cuando yo leo una historieta no me estoy fijando si el florero del fondo está donde estaba tres cuadritos atrás. Incluso me encantan historietas de Daniel Clowes donde las proporciones se burlan de este realismo en la continuidad. O también el caso de De Crecy en “Le Bibendum Celeste”, al menos el tercer episodio, en el que se preocupa por, a propósito, no respetar nunca esta continuidad. Por ejemplo, en una escena de diálogo dentro de un auto, en cada cuadrito el volante es uno distinto.

Pero creo que la idea de plantear los escenarios como espacios reales, me fue útil en muchos aspectos:
Principalmente lo que yo buscaba era no ser una repetición del admirado Cachimba en la dupla con De Santis. Por lo que a propósito busqué encarar los guiones de De Santis desde otro lado. Y me sentí cómodo yendo hacia el realismo en estos terrenos. De todos modos, si bien esta continuidad en los fondos no es algo que se note a primera vista, creo que le garantizó una gran solidez al diseño. No digo que ese deba ser el camino para garantizarse la solidez en un terreno realista, pero al menos en este caso particular me funcionó para lo que quería lograr. Y lo principal, poner esto al servicio de los Guiones de De Santis, que buscan la solidez por otro lado, logrando así un contraste que considero interesante y complementario.

En este sentido, me gustaría que mis historietas en el terreno de los escenarios den la seguridad que da “Dora”, de Minaverry. En Minaverry, si bien tampoco estoy atento a los floreros del fondo, cuando me meto en su universo tengo la seguridad de que son lugares que existen en su integridad. Cuando Dora camina por una calle de Berlín, sé que esa calle es una calle concreta, precisa, que es realmente lógico que camine por esa calle considerando el punto de partida y el de destino y no me están chamullando. Quizás sean trucos, o haga trampa a veces. Pero sin desviarme de la trama para supervisarlo, confío en que nunca va a cambiarme el florero de lugar. De la misma manera que una vez que un prestidigitador nos compra con un buen truco inicial, por el resto del show uno confía en que lo que ve es magia, Minaverry nos compra con la impecable y minuciosamente documentada ambientación para agarrarnos de la nariz y sumergirnos en su universo sin dudar.

Es interesante por dónde pasan los valores de cada dibujante. Pablo Túnica nunca se calentaba en la continuidad de los fondos, y no le entusiasmaba mucho el que yo lo haga. Pero un día, dibujé unos libros en la penumbra de un fondo, y Pablo los vió y se molestó; “No podés dibujar libros sin ponerles el título en el lomo” me dijo. “Si aparecen libros tenés que ponerle los títulos; eso habla del personaje; qué es lo que lee no es un detalle menor”. La verdad que tenía razón. Me di cuenta que si uno ponía los títulos de los libros, sin competir compositivamente con las acciones del cuadrito, el universo de la historia ganaba solidez en un terreno que me era completamente desconocido hasta ese entonces. A partir de ahí cada vez que voy a la casa de alguien y hay estantes con películas, libros o discos, me pongo a mirar con detenimiento para hallar las relaciones con las personalidades de sus dueños.
Respecto al proceso de dibujo:

Comencé por el planteo; completamente digital, haciendo interactuar textos, calles y monigotes hechos con el lápiz óptico hasta que el diseño de las páginas nos convencían a mí y a De Santis. Sin orden de prioridad por los elementos; moví el texto, las calles y los dibujos todos juntos como algo orgánico hasta que calzaran. Incluso hay casos en que a último momento hice cambios, como en los últimos cuatro cuadritos.

Una vez teniendo el planteo, dibujé los personajes a mano en lápiz, y luego los digitalizé. No fui avanzando por cuadritos sino por personajes; hice un personaje por vez, en todas sus apariciones hasta terminar el capítulo, para luego volver al principio, y empezar con el siguiente personaje. De esta manera me fue más práctico para concentrarme en respetar las proporciones físicas y la evolución de sentimientos en la actuación de cada personaje por separado. Si cada vez que paso a un nuevo cuadrito debo dibujar saltando de un personaje a otro, corro el riesgo de estandarizar tanto las proporciones físicas como las emociones. Pero siempre a conciencia de que no debían equilibrarse por si solos, sino considerando la interacción que implicaría la futura convivencia con los demás personajes dentro de los cuadritos. Convivencia que me garantizaba que funcionaría apoyado en el planteo.

Cuando digitalizé los personajes no estaban terminados; eran más que todo bases para luego definir las formas precisas en la compu.
La jeta de Salinero es un ejemplo de como dibujé y alteré en la compu:
La primera instancia es la jeta escaneada y recortada del resto del fondo de la hoja. El segundo la jeta con proporciones alteradas usándose de la herramienta del free transform. La tercera son alteraciones dibujando encima con el lapiz óptico. La cuarta un paso más evolucionado de la tercera.

Una vez terminados los lápices agregué el planteo de los elementos del fondo en lapiz óptico. Pasé a entintar con el lapiz óptico por arriba en otra capa. Luego imprimí la capa del entintado comiéndole 1 pixel del perímetro al entintado. Pinté a mano con acuarela las texturas de la iluminación sobre la impresión y luego la escanié. Gracias a que la línea de la impresión del entintato era más flaca que la original, me fue facil esconder la primera por debajo de la última. En una capa inferior, pinté prácticamente con colores plenos, recién ahí comprometiéndome con los valores tonales. La capa del lapiz inicial quedó así oculta.





¡Gracias Juan!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Che, muy buenos posts. por favor colga algo mas de Kripto que no lo conocia!
CHUKI

Mato Silverati dijo...

Que buena onda juan!, gracias por compartir esta "nota" diego.

Sebastián Cabrol dijo...

Espectacular. Desde que ví como dibujaba este tipo quise saber más acerca del método por el cual llegaba a tan extraños y bellos resultados. Esta reseña/tutorial agregó mucho más al asunto. lo único que falta por ahí es la página terminada. Un gran saludo.

Unknown dijo...

Che que bueno. Esto demuestra que se puede pensar y se pueden hacer mil cosas sobre una página sin perder la soltura.

Rebo dijo...

ese paso a paso final a modo manual es impresionante.Ya de movida El Hipnotizador siempre me pareció una buena historia, bien contada y sobre todo bien dibujada,ahora que veo lo que labura este tipo para hacer cada página me siento en deuda.Hay que comprar ese libro.
Muy buen (y util) post.
Saludos.

Adrián Ruano dijo...

Un gran artista.
Gracias por mostrar esto Diego.
Saludos a Juán.

Anónimo dijo...

Gabriel Zarate desde Lima-Perú

Los felicito por la nota: Juan Sáenz Valiente es uno de los nuevos talentos surgidos de esa gran cantera inagotable (para la historieta) que es la Argentina. Ojala dentro de poco podamos ver impreso El hipnotizador en formato de álbum. La obra se lo merece y los lectores también.

http://fugahistorietas.blogspot.com/

AAAAAAAAA dijo...

ademas de gracias, un gran "la puta que te pario" juan
saludos

Tinta Cruel dijo...

MUY BUENO E INTERESANTE,
¿PODRÍAN HACER UNA NOA SOBRE UN GRAN ILUSTRADOR LLAMADO LUIS POLLINI? A MI ME PARECE QUE ESE ERA UN REGROSSO Y A QUEDADO MEDIO OLVIDADO, SERÍA INTERESANTE EL RECATE, YO NO TENGO MATERIAL DE ÉL, SALVIO ALGUA COSA QUE SALIO EN "A-Z"
SALUDOS Y BUEN AÑO PARA TODOS

JAVIER SUPPA dijo...

a la miercoles!!
algo me habia contado juan del proceso me acuerdo que una vez le pregunté.
pero verlo asi ni a palos me lo imagine en tal dimensión.
felicitaciones juan sos un groso
y increible diego este post!

norberto rvr dijo...

Lo tengo en Fierro pero quisiera saber si ya se publicó en libro. Quisiera tenerlo en un sólo "objeto".
La disfruté una barbaridad. Norberto