Murió Cascioli. Estaba enfermo hace un tiempo. ¿Quién era Cascioli? Era un editor y un dibujante. Pero sobre todo un dibujante. Amaba el dibujo, eso uno lo podía ver, porque el tipo, con sus quilombos, con el quilombo que es llevar adelante una editorial siempre tenía un lugar, un espacio para disfrutar del dibujo, del propio y del ajeno. Yo no sé, ninguno de nosotros sabemos, lo que es llevar adelante una editorial, tener esa responsabilidad, la de dar trabajo a muchas familias, pero lo que si se es que si vos ibas y le mostrabas un dibujo el compartía con vos esa alegría. La editorial, Ediciones de la Urraca, la Humor, porque uno decía: "voy a la Humor", como si dijera "voy al club", era parte de uno, por haberla leido y después por pertenencia, fué un lugar donde uno iba a compartir, donde podías ir a dibujar si querías, y si querías podías subir hasta el último piso y verlo al Tano, al mism otipo que habías admirado desde el kiosco, podías ir a verlo y tenerlo ahí al lado. Y era seguro que lo ibas a encontrar en el tablero y te iba a mostrar, orgulloso, contento, lo que estaba haciendo, la tapa de la revista. Yo nunca lo ví enojado al tano, nunca, porque hacía lo que quería, estaba donde quería y disfrutaba de eso que hacía.
Desde Satiricón en el 72 hasta el cierre de Humor en el, ¿cuando fué? ¿En el 99? y después también, la mayoría de los dibujantes argentinos hoy mayores de 35 años se formaron allí, en realidad habría que nombrar a los que no lo hicieron y la lista sería mas corta. Satiricón, Chaupinela, El ratón de occidente, Humor, El Péndulo, Superhumor, Hurra, Humi, Sex Humor, Sex Humor Ilustrado, Fierro, El Periodista, Cazador y algunas revistas más, y cientos de libros de decenas de autores.
¿Y sabés que es lo loco? ¿Lo increible? El Tano le editó libros a todo el mundo y hay un sólo libro suyo, uno solo, y lo hicieron hace poco, no más de 3 años, con Oche Califa.
Los últimos años de la Editorial no fueron buenos, los últimos 5, es cierto. Pero hoy a la distancia yo no encuentro, no conozco, no ví, ningún lugar donde se labure como en la Humor, ni ví un editor que sepa de dibujo y para el cual trabajen un centenar de dibujantes durante mucho tiempo y vivan de ese trabajo. No hay, de eso no queda más.
Yo le debo, al final yo le quedé debiendo.